Mariápolis El Salvador y Boomerang Viajes te invitan al programa de Ejercicios de Contemplación en Paraná.
La ciudad de Paraná, capital de la provincia de Entre Ríos, tiene la combinación perfecta entre urbanismo y naturaleza. Con sus barrancas, parques, edificios históricos, el puerto, la costanera y el río, ofrece una variedad de actividades para un completo paseo. Y, además, a unos pocos kilómetros, el Centro Mariápolis El Salvador es el lugar ideal para quienes quieran pasar unos días lejos del ruido y rodeados de frondosos árboles.
En tiempos donde la pandemia por Covid-19 nos ha hecho replantear actitudes y necesidades, preguntándonos quiénes somos o cuál es nuestro Propósito, el Centro Mariápolis El Salvador, acompañado por Boomerang Viajes, diseñó un programa de Ejercicios de Contemplación, de ocho días y siete noches, en un entorno potenciado por la tranquilidad y belleza del lugar. Dialogamos con el Padre Rolando Camino, monje eremita del Centro Mariápolis Paraná y coordinador y acompañante del curso de Oración Contemplativa, para compartirles más a cerca de este encuentro.
¿Qué es el programa de Oración Contemplativa que realizarán en julio?
Es una instancia de espiritualidad, de ejercicios espirituales que van posibilitando el aquietarnos y silenciarnos para permitir un encuentro más profundo con Dios, con lo Divino que nos habita y nos constituye; encuentro con lo Real y por ende con uno mismo y los demás.
Algo muy necesario en la sociedad actual…
Culturalmente estamos viviendo un modo que -por lo general- nos vuelca a la exterioridad, a quedar muchas veces en la superficie; o muy identificados con nuestros pensamientos, sentimientos y emociones que, si bien se generan en nosotros, no son nuestra realidad más profunda. No estar anclado en lo profundo nos torna temerosos, poco estables, o ensimismados en las dificultades y carencias. La pandemia ha venido a reforzar muchas de estas emociones o esquemas repetitivos que se han marcado a fuego en nosotros. Hay una necesidad cultural y psicológica de aquietarnos, silenciarnos. Eso no es todavía la vida espiritual, la cual comporta un camino de entrega total, estar en una actitud de recogimiento y a la vez de apertura ante una Presencia.
¿Cómo definiría a la oración contemplativa?
La Oración contemplativa es una aventura interior, un peregrinar interior que nos hace redescubrir o hallar la belleza y verdad de quienes en verdad somos. Y este despertar se realiza por una vía experiencial, permitir la gracia de ser uno en Dios. Para acceder a esta mirada contemplativa de la vida que nos rodea y que se manifiesta a través de nosotros es necesario “cultivar”, preparar la tierra para permitir una gracia, un don.
¿A quiénes está dirigido?
Está dirigido a toda persona que tiene un anhelo de plenitud, a quienes intuyen que esa plenitud se podrá dar desde lo que somos. Está dirigido a personas a quienes tal vez su religiosidad ya no colma ni calma ese anhelo que sigue latiendo y que puja por más, que buscan una mística, dar un paso más o ser alcanzados por una relación-unión más profunda con el Misterio. Lo esencial para participar es haber escuchado ese anhelo de la Fuente de la que brotamos y a dónde constantemente buscamos volver. Está dirigido a los que buscan con plena confianza y generosidad, porque es una llamada de Dios y también una necesidad para nuestro mundo que haya personas que vivan esta dimensión.
¿Cuáles serán las actividades?
Como silenciarnos, aquietarnos y abrirnos poco a poco a una atención contemplativa no es algo a lo que estemos muy acostumbrados, se invita a que por una serie de “anclajes” vayamos disponiéndonos cada día a través de nuestro cuerpo y corazón para gozarnos de solo estar; oramos desde el ser. En esto heredamos el legado del padre Francisco Jalics, sacerdote jesuita, que ha sabido rescatar un método antiguo de los padres del desierto, continuado luego en los místicos, y lo ha hecho entrar en diálogo con otros caminos de tradiciones religiosas milenarias. Luego de acompañar a distintas personas a lo largo de más de 30 años nos ha dejado una propuesta simple, aunque no fácil, plasmada en “Ejercicios de contemplación”.
¿Cuál es la finalidad de esos ejercicios de contemplación?
La finalidad es comenzar a transitar un camino, o permitir que en nosotros se realice ese “despertar” a quienes en verdad somos. En un lenguaje religioso podríamos decir que la finalidad es decidirnos a peregrinar hacia lo más profundo de la Realidad, Dios; que es al mismo tiempo descubrimiento de nuestra verdadera identidad y la de todo lo que nos rodea. Esto es un largo recorrido, los ejercicios nos abren las puertas, pero el camino sigue. Diría que también como finalidad, aunque no sea nuestra primera intención, es aprender a vivir en un estado de mirada contemplativa, de atención amorosa a nosotros mismos y a todo lo que va sucediendo a nuestro alrededor, única manera de transformarnos; aprender a vivir más en una Presencia que genera en nosotros mayor confianza, paz y gozo. Poco a poco, todo se coloca en su lugar y la mirada sobre la vida se transforma. La oración contemplativa es un estado interior.
Cuéntenos sobre la Mariápolis Paraná
El centro Mariápolis es un centro de espiritualidad, de convivencia fraterna que promueve la cultura del diálogo a través de una cuidada hospitalidad, servicio y alegría, en un marco de mutuo respeto; una forma de hacer concreto las palabras de Jesús: “ámense unos a otros como yo los he amado”. Es una obra del Movimiento de los Focolares fundado por Chiara Lubich. Está ubicado a las afueras de la ciudad de Paraná, de fácil acceso, cercano a las barrancas del mismo río. Es un predio de 6 hectáreas, con mucha vegetación, en una zona de chacras rurales donde se ofrecen diversas posibilidades de encuentros y actividades educativas, formativas, espirituales y recreativas.
El curso de Oración Contemplativa se realizará en el mes de julio de 2021. Para más información y reservas: +54 9 11 398 98952 Wsp +54 9 3434 77-6509