Vivir Mendoza: aventura, naturaleza y tradición

Soy Betti, de Boomerang Viajes, y hoy quiero contarles sobre uno de los destinos de Argentina que más disfruto: Mendoza. No es un lugar para “visitar”, sino para vivir. Invita a saborear productos locales, recorrer la montaña en equilibrio con el entorno, conocer prácticas agrícolas tradicionales y conectar con nuestra historia.

Quienes disfrutan del senderismo y el montañismo encuentran circuitos para todos los niveles, desde caminatas sencillas hasta desafíos mayores como el Aconcagua. También es un destino reconocido mundialmente por su enoturismo y su propuesta gastronómica, que incluye restaurantes galardonados con estrellas Michelin.

A su vez, podemos conocerla mejor a través del turismo rural comunitario, con experiencias de cocina y artesanías típicas, mientras que su capital suma vida nocturna y una amplia agenda cultural, enmarcada en una ciudad-oasis que florece en medio del paisaje árido.

Desde Boomerang Viajes trabajamos en Mendoza desde hace más de 20 años. Conocemos a las comunidades que ofrecen experiencias auténticas para acercarse al territorio, colaboramos con prestadores responsables y certificados, y nos aliamos con bodegas que destacan por la calidad, la innovación y la excelencia de sus propuestas. Hacé click aquí para conocer nuestros programas prearmados.

Hace poco estuve en Mendoza en el Encuentro Nacional de Empresas B, donde se presentó la Ruta B, una iniciativa turística que reúne propuestas con Certificación B: bodegas, gastronomía y experiencias. Quiero compartir lo que descubrí en esta visita y por qué considero que es una de las provincias más completas del país. 

Su fama mundial por el vino convive con un patrimonio natural enorme y un rasgo identitario muy marcado: la necesidad histórica de cuidar el agua, recurso fundamental en un terreno árido. Esa relación con la naturaleza se refleja en áreas protegidas, en la cultura local y en muchas de las propuestas turísticas, desde las excursiones hasta la gastronomía y la hotelería.

Mendoza: un destino para todos los gustos 

Las posibilidades que ofrece Mendoza son tantas que un viaje de dos semanas permitiría recorrerlas a fondo. Pero también es perfecta para una escapada corta en familia o con amigos.

Se puede viajar en cualquier época. En invierno la cordillera se viste de blanco; en verano, los ríos son aliados indispensables; en primavera y otoño conviene ir preparado para la amplitud térmica. El viento zonda es una particularidad local: no representa peligro, pero puede elevar la temperatura de forma abrupta.

La oferta de alojamiento es muy amplia, desde hoteles de lujo en la ciudad hasta cabañas familiares en zonas de fincas. Muchas bodegas incluso tienen hospedajes propios con identidad rural.

 

Conociendo la historia y tradición agrícola

Hablar de vino es hablar de agricultura, de cuidado de la tierra y de uso eficiente del agua. Estas prácticas tienen raíces muy antiguas. 

Los Huarpes, habitantes originarios de la región de Cuyo, crearon sistemas de irrigación basados en conocimientos adquiridos de los Incas. Las acequias canalizan el agua del deshielo y la distribuyen a través de canales, y hoy pueden verse a ambos lados de las calles de Mendoza, convirtiendo a la ciudad en un oasis verde en pleno territorio árido.

En zonas como Valle de Uco, Lavalle y Uspallata, comunidades agrícolas mantienen vivas estas tradiciones ancestrales. Muchas abren sus puertas a visitantes con propuestas que valoran su identidad y ofrecen oportunidades a los pobladores locales: paseos, cabalgatas, talleres de cerámica, tejido y trenzado en cuero, experiencias de cocina, espectáculos folklóricos y degustaciones de comidas típicas.

La tierra del vino

El vino es el gran atractivo internacional de Mendoza. Con casi 900 bodegas —más de 200 abiertas al turismo— la oferta es inmensa: desde pequeños proyectos familiares con botellas únicas hasta prestigiosos establecimientos con propuestas gastronómicas y hotelería de alto nivel

Muchas experiencias van más allá de la degustación: almuerzos al aire libre, cenas en pasos, paseos por las fincas, atardeceres con vista a la montaña, cabalgatas, bicicleteadas y cocina local que integra ingredientes como olivas y productos de huerta.

   

Para quienes aman el vino, Mendoza es una oportunidad para conocer la vanguardia del sector en una región que destaca por su geografía y trayectoria. El malbec es la cepa emblemática, aunque hoy también brillan otras variedades.

Están creciendo, además, las producciones orgánicas y biodinámicas. Algunas fincas eliminan agroquímicos y diversifican cultivos para controlar plagas de manera natural, buscando formas de producción que equilibren valor económico y salud del suelo. Es una zona de mucha innovación en prácticas agrícolas que vale la pena conocer.

Aquí te dejo más información sobre nuestro programa de cuatro días en Luján de Cuyo o Maipú, dos regiones vinícolas emblemáticas de Mendoza, una experiencia para sumergirse en la cultura del vino y degustar sabores únicos. 

Montaña y valles para disfrutar 

La naturaleza mendocina es el otro gran atractivo de la provincia. Entre las áreas protegidas se destacan el Parque Provincial Aconcagua (con el pico más alto de América), la Reserva Villavicencio y la Reserva Natural La Payunia. 

La montaña ofrece alternativas para todo el año y todo tipo de viajeros: rafting en los ríos Mendoza y Atuel, los paisajes de la ruta de Alta Montaña, el Embalse Potrerillos y múltiples senderos, algunos de ellos ideales para montañistas experimentados.

   

    

Nuestro programa de rafting, además de combinar el viaje con otras excursiones y bodegas seleccionadas, incluye el acompañamiento de guías expertos, todo el equipo necesario y un almuerzo o snack para recargar energías. Una forma de descubrir Mendoza desde la aventura y diversión.

Otra opción para quienes quieran recorrer los valles desde una perspectiva diferente es nuestro programa que combina sabores, ciclismo y navegación, una escapada de cuatro días que incluye un paseo en velero, almuerzos locales rodeados de montaña y bicicleteadas en los viñedos. 

A la hora de recorrer la montaña, el respeto por el ambiente es clave. Desde Boomerang Viajes estamos asociados con organizaciones que trabajan con mucha conciencia, cuidando cada etapa de la experiencia y diseñando ascensos responsables y cómodos a cerros como el Aconcagua.


   

Quienes se interesen por la historia pueden explorar un territorio fundamental en la Campaña Libertadora de San Martín. El Cruce de los Andes histórico puede realizarse a caballo con organizaciones certificadas por su cuidado animal.

Muchos se quedan solo con el norte de Mendoza, pero saliendo de la capital rumbo al sur, aparece un importante contraste natural de oasis productivos, como el Valle de Uco, desiertos, espejos de agua, grandes paredones con formaciones escultóricas en roca natural, producto de la erosión del viento y el agua, vestigios del paso del tiempo.

San Rafael es muy visitado en invierno, pero tras el deshielo ofrece senderos ideales para recorrer la montaña. Malargüe se destaca por el turismo astronómico y su cercanía con El Sosneado, punto de partida del trekking al avión de los uruguayos. Más al sur, la Reserva Natural La Payunia, con más de 800 volcanes, es uno de los parques volcánicos más densos y diversos del mundo, con paisajes de tonos negros, dorados y cobrizos.

Para combinar paisajes y sabores, nuestro programa de siete días en Mendoza y San Rafael ofrece lo mejor de ambos mundos: bodegas y aceiteras seleccionadas, Alta Montaña y Cañón del Atuel en un un viaje que conecta naturaleza, cultura y gastronomía.

Un histórico oasis verde

La ciudad de Mendoza es también un gran atractivo. Se destaca por su trazado arquitectónico, las tradicionales arboledas, el sistema de conducción del agua en acequias, anchas y limpias veredas. 

 

Vale la pena recorrerla con un guía local y conocer la historia y la cultura de un pueblo que fue transformando el desierto en un próspero oasis. Se destacan sitios históricos como las ruinas jesuíticas, las plazas principales y el icónico Parque General San Martín, uno de los más bellos del país.


Una oportunidad para generar impacto positivo 

Mendoza es una de las provincias más visitadas de Argentina y un destino internacional con propuestas a la vanguardia en prácticas sostenibles. Hay fincas que ensayan formas de producción más responsables, proyectos que generan empleo de manera consciente y restaurantes que trabajan bajo el concepto de “Kilómetro Cero”, priorizando lo local y lo estacional.

Como viajeros, podemos contribuir eligiendo experiencias responsables, ecológicas e interculturales que apoyen el desarrollo económico y la conservación cultural y natural del destino.

Más allá de Mendoza: conexión con Chile, San Juan y San Luis  

También es posible complementar el viaje cruzando a Chile, para visitar Santiago o las playas de Viña del Mar, atravesando la cordillera con sus valles y túneles y paisajes nevados.

Las provincias cercanas —San Juan y San Luis— ofrecen otras experiencias: desiertos amplios, carrovelismo, senderos y proyectos vitivinícolas con una identidad propia.

Para quienes quieran conocer el enoturismo de Mendoza y San Juan en un solo viaje, diseñamos una experiencia a medida con bodegas seleccionadas por su identidad única y compromiso con el desarrollo local y sustentable. 

Te acompañamos a vivir una Mendoza auténtica

En Boomerang Viajes podemos ayudarte a planificar un viaje que vaya más allá de lo conocido. Como Empresa B y agencia de turismo solidario y sostenible, diseñamos experiencias auténticas que aportan al desarrollo local y al cuidado del patrimonio cultural y natural.

Nuestros sellos nos orientan a garantizar impacto positivo en cada programa, ya sea un paquete prediseñado o un itinerario a medida (más información aquí). Si querés conocer Mendoza de manera consciente y responsable con el entorno y las personas, escribime a argentina@boomerangviajes.tur.ar y organicemos tu viaje.

Por: Alanis Buchanan