Hacer la pausa, contemplar y actuar

El andar diario, no nos ofrece espacios de contemplación, si lo pudiéramos recuperar, lograríamos diariamente tomar otras decisiones.

Hace unos días subiendo uno de los cerros que custodian el valle en el que vivo en Chile,  pude ver por primera vez en dos años un paisaje limpio, la ciudad finalmente se mostró, me imaginé por un momento cómo sería este mismo valle pero sin edificios y autopistas. Llevamos 7 meses de sequía y en realidad se habla ya de 7 años de sequía, que están alterando el ecosistema y poniendo muchas preguntas sobre el desarrollo productivo. El crecimiento de los espacios urbanos nos presenta grandes desafíos.

La realidad nos hace más conscientes de aquello que se descubriría en la década del 70. La riqueza de un país no se mide por lo que produce sino por los recursos naturales que tiene. Seguramente hoy, después de 50 años, poco hemos atesorado ese descubrimiento.

Este espacio, nos invita mensualmente a hacernos preguntas, pero en especial a buscar respuestas.

La huelga mundial por el futuro, el pasado 24 de mayo, y la próxima celebración del día del Medio Ambiente, el 5 de junio, nos interpelan. Todo indica que nuestros modelos sociales y económicos, no dan respuesta, y hasta nos hace pensar que ni siquiera está la voluntad de darlas.

El  viernes 24, al seguir todas las iniciativas propuestas en las redes sociales, sin dudas no quedamos igual, todavía más al ver que estas acciones estaban promovidas por niños y adolescentes. Fue una jornada que nos motivó a asumir con mayor responsabilidad las decisiones que tomamos diariamente.

Recordar la frase de John Muir, “Cuando intentamos tomar algo, encontramos que está ligado a todo lo demás del universo”, nos puede iluminar. Reconocer que por más pequeño que sea nuestro aporte, “suma y resta”. Ese fue el mayor anuncio en la redes sociales el viernes pasado.

Reconocer que hay un otro, que estamos todos vinculados y nos encontramos en esta casa común para vivir en relación. Sin embargo, lo expresan los resultados de todas las estadísticas devastadoras sobre el cambio climático, no podemos negar el individualismo que impera.

Asumir el compromiso de CONOCER cómo funciona el planeta y cómo podemos ayudar, es la cita a la que no podemos faltar. La población humana se ha duplicado, la fauna silvestre disminuyó un 60%, sabemos que la estabilidad de la naturaleza no está garantizada.

Cambiar corazones, un ejercicio que puede ayudar, darnos el espacio e invitar a la contemplación es otro ejercicio necesario. HACER LA PAUSA y ATESORAR MOMENTOS nos abre a la posibilidad de hacer opciones, en el proteger, en el consumir, en el conocer cómo funciona el mundo natural y cómo ayudarlo… todos pasos esenciales  para cuidar y cuidarnos.

Sin dudas un VIAJE nos regala la posibilidad de CONTEMPLAR, surgen propósitos, adquirimos nuevas miradas. Nadie ceda a la tentación de hacer del tiempo libre un tiempo de “reposo de los valores”, nos dijo en el año 2000 San Juan Pablo II para la jornada mundial del turismo y, décadas anteriores, el Papa Pablo VI subrayó el turismo en su aspecto espiritual y educativo. Seguramente cada uno desde sus creencias y valores, puede encontrar el cómo aportar.

No podemos, sobretodo, no reconocer la responsabilidad individual, para hacer frente a la construcción colectiva. Sabemos que  los modelos económicos y sociales no dan respuestas, también sabemos de la existencia de los llamamientos de los organismos internacionales. Pero nos desalienta constatar la falta de voluntad de actores claves en el ámbito privado, en el ámbito público y también en la sociedad civil.

Hay una interdependencia entre las especies, la fauna silvestre sigue prosperando.  La necesidad de agua dulce es tan urgente como siempre, sin embargo el suministro es cada vez más impredecible para toda clase de especie. Por ello, proteger estos hábitat es nuestra tarea y sabemos que con nuestra ayuda el planeta se puede recuperar.

Debemos comprender que reciclar es una de las acciones, pero la decisión debe ser desde una mirada integral, con gestos que sean coherentes con estos propósitos. Por ello. la invitación de esta semana es darte el espacio para HACER LA PAUSA, y atesorar momentos que te inviten a la CONTEMPLACIÓN y desde ahí  a la actuación. No te prives de dar tu aporte.

Columna de Paula González, Asesora Turismo Solidario Boomerang Viajes