Animate al glamping

Sentir la experiencia de acampar al aire libre, descansar bajo la inmensidad de un cielo estrellado, levantarse en medio de la naturaleza, son sensaciones que muchos quisieran vivir pero cuando se asocia todo eso a tener que dormir en carpa, el sueño se desvanece. Sin embargo, hay una tendencia que está creciendo para quienes quieren hacer ecoturismo o turismo de naturaleza sin resignar comodidades: se trata del Glamping, una fusión de las palabras glamour y camping, que invita a disfrutar del entorno y la libertad que proporciona la acampada, sin renunciar por ello a las comodidades y los atractivos de los alojamientos más sofisticados.

El primer continente en adoptar esta modalidad fue África, entre los siglos XIX y XX, para recibir a los turistas europeos y americanos con todo el confort al que estaban acostumbrados pero en un entorno pleno de naturaleza. Así, armaron sus tiendas de safari con camas de tamaño king-size, lujosas sábanas, alfombras persas, mobiliario de época y personal para ofrecer la mejor atención. Con el tiempo, fueron tomando una ambientación más moderna pero el sentido es el mismo:

Alojamientos al aire libre, muchos dentro de parques nacionales, en zonas montañosas, campos, bosques, selva o desiertos.
Cuentan obligatoriamente con una cama (generalmente king size), un baño privado, servicios exclusivos y una zona de relax. Muchos incluyen actividades, salas de juegos y spa.
El número de tiendas es siempre reducido, conservando una distancia suficiente entre ellas.

En 2012, María José Zanotelli -Lic. en Turismo y agente de ventas en Boomerang Viajes San Nicolás- visitó el Parque Nacional Masai Mara en Kenia y se alojó en lo que allí se llaman Camp, la versión africana del glamping. “Me sorprendió el contacto tan próximo con la naturaleza, el poder escuchar el silencio, la desconexión que permite y la posibilidad de amanecer, correr el cierre de la cortina y encontrarme con un hipopótamo”, recuerda y aclara que si bien la cercanía con los animales es muy próxima “todo está armado para que el turista se sienta seguro”.

Sin estructuras de hormigón ni cementos, los glamping suman conciencia al cuidado del medio ambiente al utilizar materiales naturales y orgánicos como madera, paja, bambú, corcho, lino y otros elementos textiles. Además, la mayoría utiliza energías renovables como solar, eólica o biocombustible. En muchos casos, las estructuras se arman en temporada y se desarman al finalizar para no afectar el medio ambiente.