Cuatro salinas para lucirte con las fotos

Un inmenso manto blanco es la característica en común con la que nos reciben las salinas, algunas con sus montículos de sal, otras con los piletones. La combinación de su blancura con los rayos de sol hace que formen un paisaje único, siendo también lugares privilegiados para apreciar la inmensidad del cielo y la visita de la luna que todas las noches se asoma por su horizonte. En esta nota te contamos sobre cuatro salinas que se encuentran en distintas provincias argentinas.

Salinas de Arizaro (Salta)

Una de las formaciones más impresionantes que tiene la provincia de Salta es el Salar de Arizaro. Entre las localidades de Tolar Grande y Caipe sus 1.500 kilómetros cuadrados de superficie merecen un alto en el camino.

Estas salinas tienen una particularidad: en ellas se encuentra el Cono de Arita, una forma cónica y casi perfecta que recuerda a las pirámides de Egipto. Elevándose 200 metros sobre el nivel del Arizaro, se lo considerada como el cono natural más perfecto del mundo.

Salinas Grandes (Córdoba)

Al norte de la ciudad de Córdoba, la Reserva de Usos Múltiples Salinas Grandes nos sorprende con un vasto territorio de 600.000 hectáreas, que en su totalidad ocupa cuatro provincias: Córdoba, La Rioja, Catamarca y Santiago del estero.

La puerta de entrada está en la ciudad cordobesa, donde las salinas ocupan poco más de 200 mil hectáreas. Su visita se debe hacer con guías locales y se realiza al amanecer o al atardecer para apreciar las diferentes tonalidades que se forman con la luz natural. También se puede visitar una empresa de extracción de sal y conocer el proceso de trabajo.

La blanca planicie que forma la salina es interrumpida por una elevación en donde se ubica el Refugio de Vida Silvestre Monte de las Barrancas, allí es posible encontrarnos con ejemplares que forman el bosque de flora y fauna nativa como suris, flamencos, gatos de monte y lampalaguas, o árboles como chañar, quebracho blanco y el algarrobo.

Salinas del Gualicho, Las Grutas (Río Negro)

En la provincia de Río Negro, a solo 60 kilómetros de la ciudad balnearia de Las Grutas, se encuentra la extensión de sal más grande de Argentina. Se trata de las Salinas del Gualicho, una gran depresión a 72 metros bajo el nivel del mar. Son las segundas más grandes de Sudamérica y las terceras del mundo.

Las excursiones se realizan al atardecer para poder apreciar la caída del sol detrás de ese manto blanco y esperar, así, la salida de la luna. Imágenes que parecen postales deslumbran al turista que juega con sus fotografías para dejar plasmada una experiencia inolvidable.

Colores como el amarillo, rojo y violeta, se van dibujando en el cielo hasta caer la noche, marco ideal para una rica cena hecha al disco. Un telescopio y lentes infrarrojos, están disponibles para quienes quieran acercarse un poco más a las estrellas y, si es noche de luna llena, hasta podrán detectar alguna estrella fugaz. Claro que tirarse sobre la sal a contemplar el cielo ya es una gran opción.

Salinas Grandes (Jujuy)

Muy cerca de la bella localidad de Purmamarca en Jujuy, las Salinas Grandes despliegan su manto blando a lo largo de kilómetros. Si bien su extensión es compartida con Salta, las visitas se realizan en territorio jujeño donde la sal es más blanca.

En temporada de lluvia las salinas se cubren por 30 cm. de agua, regalando un paisaje color turquesa. En su horizonte se observa el nevado de Chañi.

La sal tiene de 10 a 50 cm. y pueden verse las hileras de piletones desde donde es extraída por los obreros. También hay puestos de ventas de objetos hechos con sal, atendidos por los obreros quienes comparten con los turistas los secretos del proceso.

Cámara en mano, preparate para divertirte sacando las fotos más increíbles y originales.

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