Jujuy en colores

Una paleta cultural 

Jujuy, una de las provincias más fascinantes de Argentina por la diversidad de paisajes y culturas que tiene y asombran a cualquier viajero. En este lugar, la Pachamama (Madre Tierra) narra historias milenarias a través de sus majestuosos escenarios, mientras la energía y hospitalidad de su gente hacen que las barreras socioculturales desaparezcan creando un puente entre viajeros y comunidades locales.

Catálogo de paisajes

El relieve de la provincia de Jujuy se divide en cuatro regiones bien definidas: Puna, Quebrada, Valles y Yungas, cada una de ellas se diferencia por su clima, biomas y actividades económicas. Esta identificación por zonas genera una riqueza cultural y paisajística con características propias, en las que el turista puede disfrutar de muchas experiencias recorriendo pocos kilómetros de distancia.

Turismo rural comunitario

Aprender del campo y sus secretos, alojarse con familias, trabajar en la huerta, ordeñar y pastorear son algunas de las experiencias que ofrece el turismo comunitario en Jujuy. Esta modalidad de gestión colectiva permite a las comunidades locales ser los actores principales de la propuesta turística, brindando servicios y cobrando por ellos.

El turismo comunitario genera identidad, espacios de encuentro y acerca a los viajeros que buscan experiencias auténticas, aprendiendo sobre la cultura local, haciendo artesanías, cocinando con sus manos, caminando con guías locales y comprendiendo la naturaleza desde la cosmovisión local. A través de Boomerang Viajes es posible vivir la experiencia. Desarrollamos junto a las comunidades y partners locales, propuestas en sus diferentes regiones; 

….para los mas aventureros, que disfrutan del senderismo y avistaje de fauna,  ofrecemos un programa  que parten desde la Quebrada atravesando, los valles, abras y cuestas hasta llegar a las Yungas (Parque Nacional Calilegua).

         

...para quien no le teme a la altura, describir el interior de la Puna con todos sus contrastes y colores, donde tendran la posiblidad de compartir con un grupo de mujeres tejedoras, realizar una caminata en el Valle de la Luna o simplemente contemplar  las estrella o noche de luna llena de Cusi Cusi. Una propuesta que te acerca al limite con Bolivia. 

                                                                                                                  Devoción y cultura viva

Las manifestaciones de tiempos inmemoriales continúan siendo parte importante de la vida cotidiana de los jujeños. Las capillas e iglesias antiguas de Jujuy conservan un estilo arquitectónico y colecciones artísticas únicas invitando a los visitantes a atrapar fragmentos de espiritualidad, historia, tradición y arte.

Los muros gruesos levantados al final del siglo XVI le dieron forma a templos singulares, dispersos en cada rincón de esta sorprendente geografía, que invitan a atrapar fragmentos de espiritualidad, historia, tradición, arquitectura y arte. Por su valor histórico y patrimonial es imposible perder la oportunidad de conocer estos templos de Fe y devoción.

En Jujuy, el sincretismo de los Andino y lo Occidental es realmente impactante. Hasta hoy todavía se conservan algunas tradiciones originarias fusionadas a rituales litúrgicos con importantes y fervientes manifestaciones de religiosidad y profunda fe.

Por ejemplo, en el Carnaval quebradeño se juega con papel picado, serpentinas, talco y espuma que cubre los rostros para que todos se vean iguales. El carnaval en la Quebrada de Humahuaca es una celebración colectiva y participativa. Es una práctica de un pasado agrícola que resiste los embates de la modernidad, es un momento de agradecimiento por la buena cosecha que se ha ido resignificando. Un paréntesis de la vida cotidiana con sus reglas, sus instituciones y mandatos, un momento propicio para dejar de lado las diferencias, achicar las distancias que nos separan, encontrarse con uno mismo y con los demás en alegría y libertad. Es un dispositivo de expresión y contención social, de integración y preservación de lazos familiares y comunitarios.

Un viaje al pasado a través de sabores

Recorrer Jujuy implica una aventura donde la diversidad paisajística y cultural se refleja también en su variada gastronomía.

La gastronomía ancestral se basa en el uso de productos nativos utilizando diversas técnicas de conservación de alimentos, como el deshidratado por asoleo, aplicado a papas y carnes para convertirlos en charquis, maíces para calapurca, chilcán o ulpada; y de cocción como cocinas enterradas -huatias-, sobre brasas, el tostado a la piedra, a la estaca, el hervido de larga cocción utilizando materiales nobles, como la piedra, madera, barro.

La práctica de esta cocina tiene la particularidad de que sus preparaciones conllevan largos tiempo de elaboración y en la que participan todos los integrantes de la familia. Son platos que se preparan principalmente en rituales, celebraciones y festividades locales.

LA COCINA ANCESTRAL ES LA ESENCIA

DE LOS PUEBLOS ORIGINARIOS

Y UNA MANERA DE TRASCENDER

EN LA HISTORIA.

La cocina tradicional jujeña es una fusión de recetarios y materias primas de origen europeo y americano, conformando una identidad culinaria única. La combinación entre el acervo culinario del noroeste argentino y la cocina andina proporciona a sus manjares características peculiares que los viajeros aman degustar.

La inmensidad y el esplendor se conjugan en cielos infinitos de aire puro y extensas planicies de altura a más de 3.600 msnm. Es árida, de gran amplitud térmica y ocupa el 60% del territorio provincial. Teniendo en cuenta su estructura geológica, esta vasta planicie se deprime hacia el interior, formando cuencas amplias sin desagüe, en cuyo fondo se ubican salares como el de Cauchari-Olaroz, Salinas Grandes del NOA y lagunas salobres como las de Vilama, Jama, Guayatayoc, Pozuelos y Runtuyoc. La vegetación es escasa, rastrera y dura, con manchones de especies comestibles, nutritivas, medicinales y de uso energético como la yareta para combustión doméstica. Las temperaturas oscilan entre los 30°C de día a menos de 0°C de noche.

puna jujeñapuna jujeña

Constituye un cañadón recorrido por el Río Grande de Jujuy en sus 187 km y constituye la vía de acceso y comunicación con los valles. El clima posee características serranas y de semiaridez, con lluvias de verano y sequía de invierno. Las temperaturas varían entre los 5°C y los 23°C. En los Valles de altura hay ríos intermitentes que favorecen el desarrollo de vegetación cactácea adaptada a la aridez, siendo el cardón o “centinela de los cerros” uno de sus mejores exponentes que parece custodiar en la Quebrada de Humahuaca, valle montañoso declarada Patrimonio de la Humanidad en el año 2003 por la UNESCO en la categoría de Paisaje Cultural.

 

Nacen al sur de la Quebrada, poseen clima templado y temperaturas moderadas que oscilan entre los 10°C y los 25°C todo el año, aunque en invierno los días fríos bajan los valores produciendo heladas y nevadas frecuentes en las altas cumbres. Constituye la región de mayor concentración de población por albergar la ciudad capital. Estos valles están recorridos por dos ríos muy aprovechados por los pobladores: el Grande y el Xibi Xibi o Chico, este último nacido en las estribaciones del Nevado del Chañi, el pico más elevado de Jujuy con 6.200 msnm. La fertilidad caracteriza sus suelos, siendo uno de las regiones con mayor dinámica económica, actividades agrícolas, ganaderas e industriales.

Las Yungas es un extenso corredor biomático rodeado por sierras que oscilan los 2.500 m de altura y llanuras que llegan hasta los 500 msnm. La temperatura y humedad son propias del clima subtropical y la ladera recibe los vientos del Atlántico que le aportan lluvias todo el año. En verano las temperaturas máximas llegan a 40°C. La flora es muy rica en especies arbóreas desarrolladas a modo de estratos en pisos de vegetación. Exponentes como el ceibo, nogal, cebil, laurel, cedro, palo santo, guayacán, jacarandá, lapacho, etc., visten las montañas de colores en la primavera. Por otra parte, las coníferas y alisos perennes reflejan la humedad permanente del lugar. Fue declarada “Reserva de Biósfera” en 2002 por la UNESCO.

Por Jazmín Blati