En la vida a veces podemos elegir el destino que queremos, hacer las valijas y emprender viaje para conocerlo, luego volver y más tarde planificar nuevamente. Otras, debemos luchar con el destino que nos toca, ese que nos tenían preparado pero que jamás se nos hubiese cruzado incluir en nuestra hoja de ruta porque no tiene boleto de regreso. Ese viaje acaba de emprender nuestro querido compañero y amigo Santiago Colautti, o simplemente… Santi.
La vida se empeñó en hacértela difícil los últimos meses pero vos, con tu mezcla de optimismo y terquedad, le redoblabas la apuesta siempre con una sonrisa demostrando, como dijo el párroco en tu despedida, que “los años de una persona se miden por la intensidad con la que se viven”. ¡Y vaya si lo hiciste con intensidad! Aprovechaste cada uno de tus 27 años al máximo, poniéndole pasión a todo lo que hacías. Así encaraste tu profesión, como estudiante y como profesional, no eras un Licenciado en Turismo más (sí, te digo licenciado porque ya lo eras aunque faltara la bendita tesis). Tu compromiso, tu responsabilidad, tus ganas de hacer un turismo mejor, más sustentable y accesible para todos, son las que te llevaban al escritorio de Bettina a contarle cuanta idea se te cruzaba por la cabeza y, como ella misma dijo… “¡todas eran grandiosas!
Recuerdo el día que charlamos para que me cuentes tu experiencia en el Congreso Internacional de Turismo que se hizo en Córdoba el año pasado. Estabas feliz porque era la primera vez que habías podido asistir… “uno no se debe detener en terminar la carrera y listo, ¡no! Un Licenciado en Turismo, o un futuro Licenciado en Turismo, debe seguir capacitándose, insertarse en la actividad haciendo nuevos contactos, ideando nuevos proyectos. En turismo hay infinidades de cosas por hacer, falta muchísimo camino por recorrer, y uno debe saber hacer y ser, para lograr que la actividad siga creciendo, y lo haga de forma sustentable”, me dijiste con orgullo.
Te pusiste al hombro la enorme mochila de lograr que el turismo sea accesible y así lo mostrabas en cada publicación de tu blog Sonreír Viajando donde no solo compartías tus experiencias de viajes sino que también te ocupabas de contar si el destino tenía accesibilidad para todos porque este tema te preocupada y te indignaba. Sin dudas dejaste un legado Santi, y desde Boomerang Viajes vamos a seguirlo para lograr ese objetivo, el tuyo, el de todos nosotros para que el turismo sea accesible y sustentable en su máxima expresión, como siempre lo soñaste, como debe ser.
“No hay nada mejor que sonreír y viajar”, decías. Dos cosas que hacías a la perfección, sin esfuerzo, y por eso le pusiste a tu blog… Sonreír Viajando para transmitir a todo quien te lea tu misma pasión y alegría. Por eso, estés donde estés leyendo estas líneas que sin dudas son muy cortas para expresar todo lo que nos dejaste como persona, te pedimos permiso para apropiarnos de ese nombre y llamar así, a partir de ahora, a este blog de Boomerang Viajes que por alguna razón aún no encontrábamos cómo llamarlo. Agradecemos a tu familia que nos permitió apropiarnos de ese nombre elegido por vos y que tomamos con mucho respeto. Es nuestra forma de homenajearte, solo una entre tantas, y agradecerte el tiempo que nos regalaste siendo parte de nuestras vidas y todas las enseñanzas que nos dejaste. Te prometemos que lo vamos a cuidar y siempre vamos a Sonreír Viajando pensando en vos y tu sincera sonrisa. ¡Hasta siempre Santi!
¡Gracias amigo!
¿Te acordás cómo te pusiste de contento con la llegada de Lucas a la agencia? Dijiste: ¡por fin otro hombre entre tantas mujeres! Y, a pesar de que él estaba en San Nicolás y vos en Buenos Aires, se hicieron grandes amigos, de esos que comparten conversaciones a la distancia y se abrazan fuerte cuando se ven. Pero, claro que también disfrutabas con las chicas, eras el hombre mimado de Vivi, Sonia, Fer y Maca que te volvían loco a la hora del almuerzo y te cargaban en cada previa de Racing – Independiente o Racing – Boca y vos, por cábala, no emitías ningún comentario a pesar de que entre risas te dijeran “¡amargo!”. Majo y Rosana también desde San Nicolás te hacían de las suyas en esos chat de grupo en los que el trabajo se mezcla con las bromas cotidianas. Todos y cada uno, incluidos Andrés, Ana, Caro, Vicky, Luli y yo que no compartimos el día a día de la agencia, guardaremos en nuestros corazones anécdotas, charlas, momentos vividos junto a vos Santi, y te decimos GRACIAS…
Por Sonreír en este Viaje hasta el final, por tu mirada cariñosa y sincera de afecto….
Por tu humildad y tu gran corazón…
Por tu grandeza de espíritu, tu alma luchadora y enseñarnos más de lo que te imaginás…
Por ser de Racing para poder decirte “amargo”…
Por tu pasión por la vida…
Por tu corazón puro y sin maldad…
Por ver siempre el lado positivo de todo…
Por no perder la esperanza nunca…
Por ser de Racing para poder compartir la pasión…
Por regalarnos tu objetivo…
Por enseñarme a darte espacio para que descubrieras la profesión, para vos una vocación, tu entusiasmo y perseverancia me marcaron el camino.