Villa Giardino, el jardín de Punilla

Su enorme reloj floral, lleno de coloridos plantines, nos señala no solo la hora sino también que estamos ubicados justo al ingreso de la localidad serrana Villa Giardino. Ubicada a una hora de la ciudad de Córdoba capital, con sus caminos custodiados por árboles y flores que le dieron el nombre de El Jardín de Punilla, recibe a los viajeros conscientes con tres opciones de circuitos turísticos para disfrutar a pleno de su naturaleza.

Circuito religioso

Dentro de la ciudad, diversas iglesias conforman el circuito religioso de Villa Giardino. Entre ellas se encuentra la Capilla Nuestra Señora de la Merced, una de las más antiguas de la región, construida en 1770, con sus muros de adobe y pisos de ladrillos.

También la Capilla y la gruta Nuestra Señora de Lourdes. La capilla fue una obra donada por los fundadores de Villa Giardino, Juana Micono y Ugolino Giardino, e inaugurada en 1947 con la construcción a cargo de un vecino de la localidad. En la cima de un pequeño cerro, se encuentra la gruta del mismo nombre, a la que se llega ascendiendo por un sendero que recorre las estaciones del Vía Crúcis.

Circuito naturaleza

El paisaje serrano invita a descubrir sus ríos, diques y cerros. La Reserva Natural Municipal del Dique El Portecelo es un lugar ideal para el avistaje de la avifauna y flora autóctona, mientras se realiza senderismo. Y si el día nos sorprende con calor, muy cerquita de allí está el balneario y camping municipal con piscina de agua de río.

Para los que redoblan la apuesta en busca de mayor tranquilidad, el arroyo Los Quimbaletes, es un imperdible, con un entorno natural que invita al descanso y la desconexión. Pero también hay un lugar en donde los más

inquietos pueden disfrutar de la naturaleza con actividades al aire libre como cabalgatas, tirolesa, rappel y tiro al arco. Se trata de Alto San Pedro, una antigua estancia y reserva natural con 1.100 hectáreas entre arroyos, cascadas, ollas y bosques de alcornoques y almendros. Pasar la noche en el hotel, cuyo edificio principal fue construido en 1890, y degustar algo en la pulpería que antiguamente fuera una carpintería y herrería, es un plus que vale la pena sumar al viaje.

El Molino de Thea, es otra postal única. Fue el primer símbolo turístico de Villa Giardino. Sobre el antiguo Molino de Piedra Colonial que era utilizado para la molienda de granos para las estancias vecinas, a mediados del 1800 se construyó un mirador con base de piedra y una pequeña cúpula de madera desde la que se puede tener una gran vista de las márgenes del río Grande de Punilla.

Circuito artesano

A lo largo de 9 kilómetros de ripio, en un circuito que conecta Villa Giardino con La Cumbre, nos encontramos con una variada propuesta de productos regionales. Se puede recorrer en auto, caminando o en bicicleta, sumando el atractivo de conversar en cada puesto con los artesanos que trabajan con sus telares, realizan obras de arte en madera, hierro y metal, elaboran dulces y conservas caseras, confeccionan indumentaria, crean originales objetos de decoración, o cultivan plantas autóctonas y yuyos serranos.

Como toda propuesta turística, la gastronomía también está presente. Desde restaurantes con comida típica, hasta un viñedo que recibe a sus visitantes con una degustación en un entorno rodeado de montañas.

Así es Villa Giardino, un pequeño poblado con muchos atractivos turísticos para ofrecer a quienes buscan pasear respirando el aire de las sierras cordobesas.

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Créditos Fotos: @turismovillagiardino