Ruta del Adobe, un imperdible en Catamarca

Ruta Adobe Catamarca

 

Durante 55 kilómetros, el paisaje en la provincia de Catamarca parece detenido en el tiempo. Entre Tinogasta y Fiambalá, a lo largo de la Ruta Nacional Nº 60, el entorno se vuelve rojizo y nos invita a recorrer la llamada Ruta del Adobe.

Ya desde el camino se pueden ver esas construcciones en madera y adobe (mezcla de paja, barro y estiércol) que conforman poblados enteros con sus casonas, estancias, capillas e iglesias muy bien conservadas, lo que le da nombre a este recorrido turístico.

Ruta Adobe Catamarca

Cada localidad y paraje por los que se pasa, merecen que nos detengamos unos minutos para conocer su historia, a sus pobladores (en su mayoría dedicados al ganado y la agricultura) y apreciar la belleza de la naturaleza. Así, en Tinogasta nos encontramos con Watungasta, ruinas del “Pueblo de los grandes adivinos” o “unión de pueblos” (según su nombre indígena) que con sus construcciones con cimientos de piedra y muros de grandes ladrillos de adobe es el único sitio con influencia Inca, de estas características, en el noroeste argentino.

La ruta también pasa por Copacabana, la localidad de La Puntilla y El Puesto, en el que se puede visitar el Oratorio de los Orquera edificado a principios del siglo XVIII con vigas de algarrobo curvado y una torre campanario en forma circular construida con barro.

A solo 23km al norte de la ciudad de Tinogasta, y dentro de ese mismo departamento, llegamos a Anillaco donde se puede visitar el Monumento Histórico Provincial Mayorazgo. Terminado de construirse en 1687, muestra una edificación de estilo andaluz dispuesta en forma de “U” que se prolonga en un gran patio cerrado con entrada para carruajes. Allí también está la iglesia más antigua de Catamarca, Nuestra Señora del Rosario, que fue levantada en 1712 con piso de tierra, paredes de adobe y techo de caña y barro.

Ya en Fiambalá, la Ruta del Adobe nos lleva a visitar la Iglesia de San Pedro, la comandancia de Armas y la moderna bodega Don Diego construida en estos años pero, claro, en adobe. Acá las termas de Fiambalá, formadas por varios piletones naturales hechos de roca de la zona en distintos niveles, son la excusa ideal para regalarnos un tiempo de relajación durante el viaje.

Durante el recorrido, los más aventureros también podrán hacer snoboard en las dunas de Saujil, cercanas a Tinogasta, o en las de Tatón, reconocidas por tener más de 600mts de altura. Otro imperdible es el recorrido de Los Seismiles, un grupo de volcanes que se encuentran apagados y tienen la característica de superar los 6000msnm.

 

En la Ruta del Adobe, tanto las viviendas como los hospedajes para los turistas están construidos en este material. Algunos, son casonas históricas de mediados del siglo XIX; otros son modernos hoteles boutique que combinan la comodidad de hoy con las técnicas arquitectónicas del pasado. Así, el turista no es solo un espectador, sino que recorre este circuito sintiéndose parte de él.

Descubrilo a través de la propuesta que tenemos en Boomerang Viajes: Por la Ruta 40 y la ruta del Adobe o comunícate para que armemos un circuito personalizado.