Claves para ser un turista consciente

Cada viaje que realizamos provoca un impacto tanto en el entorno como en la comunidad que visitamos. Con el objetivo de que ese impacto sea positivo, desde Boomerang Viajes propiciamos la formación de un turista consciente.
Se trata de un viajero que valora el intercambio de experiencias con las poblaciones y su identidad, respeta el comercio justo y cuida el ambiente.

¿Cuál es la propuesta al recorrer un destino como turista consciente?

  • Desviarte del circuito tradicional y descubrir la verdadera esencia del destino
  • Ser parte de la vida cotidiana del lugar, experimentando el intercambio y la participación con comunidades locales.
  • Alojarte no solo en hoteles sino también en hostales, albergues y, dependiendo del destino, en casas de familia que participan de un proyecto turístico de desarrollo local.
  • Darle prioridad al cuidado del ambiente, aportar al desarrollo de la economía local y respetar la vida de las comunidades de los destinos elegidos.

¿Cómo ser un turista consciente?

A través del aporte de los viajeros, y teniendo como referencia el Código Ético Mundial para el Turismo junto a los propios códigos de diversas comunidades locales, desde Boomerang Viajes se realizó un Código del Viajero Solidario o Consciente que describe el compromiso que tiene el turista no solo en el destino que visita sino también antes y luego de su viaje:

Antes del viaje…

  • Reunir toda la información posible sobre el destino, y dedicar tiempo a entender sus costumbres, normas y tradiciones.
  • Considerar que la comunidad receptora tiene costumbres y culturas diferentes. Así evitará comportamientos que puedan ofender a la población local. Lo que es aceptado en un lugar puede no serlo en otro. Los lugareños pueden ayudarle en esto, es importante que se dé espacio para escuchar y observar esa diversidad.

Durante el viaje…

  • Pedir permiso a la familia y/o vecinos de la comunidad para fotografiarlos.
    Respetar los horarios y espacios privados de la familia anfitriona. No generar ruidos molestos.
  • No regalar caramelos ni objetos ni medicamentos ajenos a los niños sin el expreso consentimiento de la familia anfitriona.
  • No mostrarse con el torso desnudo.
  • Proteger a los niños de la explotación en el turismo.
  • Solo hacer promesas a las personas del lugar que visita si está preparado para cumplirlas. Sea consciente de que frecuentemente las personas en el lugar visitado tienen conceptos del tiempo y patrones de pensamiento diferentes de los suyos.
  • Su viaje puede contribuir al desarrollo económico y social del lugar visitado. Compre artesanías y productos fabricados en la zona para apoyar la economía del lugar. Además, éstos son verdaderas manifestaciones de la cultura local.
  • Respetar los precios fijados, que son producto de un trabajo consensuado y con criterios de comercio justo.
  • No comprar productos elaborados a partir de plantas o animales en peligro de extinción.
  • Ayudar a conservar el entorno natural. No levantar ni llevarse restos arqueológicos protegidos.
  • Usar de un modo responsable los recursos (agua, energía) evitando derroches.
  • Limite la producción de residuos y ubíquelos en el lugar indicado para tal fin.
  • No moleste a los animales.
  • Respetar las indicaciones de los guías baqueanos durante las actividades.
  • Ante posibles imprevistos, tener comprensión y paciencia, ya que cuenta con toda la voluntad de quienes lo reciben para brindarle una experiencia única.

Al regresar...

  • Una linda costumbre luego del viaje, es enviar las imágenes a quienes han sido fotografiados como recuerdo de su estadía.
  • Usted será el principal promotor de la experiencia realizada, son importantes sus sugerencias y lo más importante es no dejar de realizarlas sabiendo que todos somos responsables del desarrollo y preservación de los entornos naturales y también culturales.

El turismo solidario engloba actividades turísticas respetuosas con el medio natural, cultural y social. Así, el turista consciente es parte de esa transformación que fortalece no solo el desarrollo económico de las comunidades turísticas sino la esencia de cada viajero que se enriquece con esta nueva forma de viajar.